Entrevista a Chucho Valdes

Fuente: latribunadealbacete.es

Chucho ValdesEs uno de los grandes pianistas de la actualidad. Chucho Valdés tocará con el navarro Javier Colina esta noche, a las 21 horas, donde se rendirá un homenaje a Tete Montoliú, fallecido hace 10 años.

La música le ha permitido viajar por todo el mundo. ¿Con qué público se quedarí­a?

Realmente es difí­cil la pregunta, porque he tenido muy buenos públicos en España, en Inglaterra, en Estados Unidos. Mi primera visita a China fue el año pasado y el resultado fue asombroso porque los teatros estaban repletos y habí­a coleccionistas de mi obra.Me quedé muy sorprendido al ver aquello, pero hay que decir que el público de habla hispana es diferente porque la comunicación es más directa.

¿Qué podrán escuchar los espectadores en este homenaje a Tete Montoliú?

Estaré con Javier Colina haciendo jazz y música afrocubana. Tete Montoliú era uno de mis pianistas favoritos, y una persona a la que admiré mucho.

¿Qué recuerdos tiene de Tete Montoliú como pianista?

Ha sido uno de los mejores pianistas de siempre. Compartí­ conciertos con él en Niza, donde Michel Legrand nos presentó. Se perdió un auténtico maestro para la música y todaví­a lo recuerdo con gran cariño.

¿Y como persona?

Era muy simpático y un hombre ocurrente con el que divertí­ mucho. Recuerdo una anécdota que me mata de la risa porque tení­amos que tocar cada uno 20 minutos. El público estaba muy bien con Tete, y siguió tocando. Pasaron los 20 minutos y continuó. Entonces nos dijo:«La culpa no la tengo yo, sino el público que querí­a que siguiera tocando. Simplemente vengo a divertirme también». Aquello me pareció tan simpático que empecé a reí­rme y me caí­ al piso de la risa.

¿El jazz y la improvisación van de la mano?

Es cierto, yo he hecho muchos conciertos donde me he sentado sin programa y he improvisado de arriba a abajo y después del recital me han comentado:«Qué bien estuvo elegido el programa». La magia que tiene el jazz es la no premeditación, es como dejar que corran la mente y las manos.

¿Las manos más rápidas que la mente?

No, la mente siempre más rápida (Risas).

Decí­a Compay Segundo que le encendió el primer puro a su abuelo a los cinco años y usted empezó a tocar el piano a los tres años.

Sí­, eso dice mi padre Bebo Valdés. Lo que sí­ recuerdo es que a los cinco años tocaba el piano en la casa para los vecinos, y era una especie de niño prodigio

Su infancia siempre estuvo ligada a la música pero, ¿echó de menos estar más con la gente de su edad?
Estuve en contacto con la gente de mi edad en el colegio, pero no tuve la suerte de otros niños de tener más tiempo para jugar, para montar en bicicleta, porque estaba presionado por la música.

¿Cuba sabe a música?

Sí­, Cuba es música al cien por cien. Históricamente el sueño de un artista ha sido lograr un nivel de calidad para poder venir a actuar en Europa.

¿Cómo está viviendo la situación polí­tica de Cuba?

No la he vivido, porque salí­ de Cuba el 3 de marzo y me he ido enterando por la prensa e Internet de los cambios.

¿El jazz nunca será de masas como tampoco lo es el caviar?

No, pero es un público muy especial porque entiende lo que hace el músico. Nunca será de masas, pero es un público muy conocedor y bien preparado. Son como los gourmets de la música (Risas).

¿Cree que la música comercial deja un poso de algo?

Hay música comercial buena y mala. Lo comercial tiene otros requisitos porque van dirigidos a un público y representa ciertas libertades, porque no se pueden complicar los arreglos. Yo respeto a la música comercial, pero no es mi mundo.

¿Para usted la música es el aire que respira?

Sí­, es el aire que respiro y es mi vida. No concibo mi vida sin música, ni sin un piano.

¿Se encuentra en un gran momento creativo?

Creo que es el mejor momento de toda mi vida. He hecho cosas diferentes y creo que están bien. El disco que trabajé con Pablo Milanés está muy bien, con canciones mí­as y las letras de él. He hecho canciones para mi hermana Mayra, que yo considero la mejor cantante de jazz latino de Cuba desde hace tiempo. Ahora he hecho un disco con piano solo y la Sinfónica que saldrá dentro poco. Estoy componiendo muchas cosas y me encuentro en un muy buen momento de inspiración.

¿Se puede dominar totalmente el piano?

No, el piano me obliga a estar durante horas y horas encima, y a veces quiero hacer cosas, pero el piano me dice: «Sí­, pero no». No pararé nunca, ni me rendiré por eso trabajo tanto. Suelo estudiar de madrugada porque es un horario tranquilo y me puedo tocar desde las 11 de la noche hasta las cuatro de la madrugada.

¿Se le puede poner música a las injusticias?

Sí­, pero yo siempre le he puesto música al amor y a cosas así­. Sin embargo, sí­ me duelen todas las injusticias que existen.

¿Es cierto que tiene en Cuba un club de jazz?

Iba a hacer un club que se llamaba Irakere, pero no lo he podido hacer debido a la presión y a la demanda internacional.

¿Cuáles son los sueños que le quedan a Chucho Valdés?

Pues muchos, porque el dí­a que no tenga sueños empezaré en cuenta regresiva. Uno de mis sueños es presentarme haciendo versiones clásicas de Rachmaninoff, y otras ideas que tengo sobre Bach y Mozart.

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