
Jad Salameh Trio ::: We Lunatics Run the Asylum
El rock invadió y conquistó el planeta, de éso no hay duda y sobre su salud sobran los ejemplos de los buenos y de los mediocres, de los que buscan «parecerse» sin mucha creatividad, de los que buscan su propio sonido alimentado con los propios de su lugar, de los que superan sus fronteras, de los que nunca saldrán de lo local, etc., etc… Podría decirse algo parecido de otros géneros musicales, la música clásica es otro buen ejemplo, pero nada se compara con el jazz que a diferencia de cualquier otro movimiento los supera dado su grado de cohesión, fusión, maridaje de los más fieles surgidos de la más brutal de las infidelidades.
«El rock es un pequeño espejo de agua, el jazz un océano inmenso…», disparó el genial Carlitos Santana que viniendo del rock pudo descubrir en el jazz una paleta de colores inimaginable. Y tan enorme es ésta que en ella caben los coloridos sonidos provenientes de lejanas e insospechadas tierras, como los del pianista libanés Jad Salameh que durante su estancia en Montreal para estudiar biología molecular vio como sus planes daban un brusco vuelco al descubrir el jazz.
Creciendo en una convulsionada Beirut asolada por la guerra civil, la rutina familiar se sostenía todo lo posible en un intento de no perder cotidianeidad, un dejo de normalidad y sostén emocional para todos, adultos y niños. Su papá tocaba el piano por las noches, sonaban los ritmos folk locales en la reunión familiar que los alejaba de la atrocidad de la guerra. El piano así se transformó en un refugio no sólo emocional sino físico para él y sus juguetes que los recibía bajo su vientre al sonar los aterradores bombardeos. Ya bien lejos del ruido atróz y el dolor de la guerra, la música sigue ofreciendole, no ya sólo sostén por la urgencia del momento, sino un instrumento de crecimiento espiritual, de exploración y de propaganda en la ilusión de aliviar el dolor, el miedo, la soledad y la desesperanza en otros.
El álbum es un manifiesto, «…un medio de expresar en música la dicotomía omnipresente en nuestro estado actual: este estado de tironeo entre una lenta locura que se instala en nuestra vida cotidiana de realidad post-apocalíptica y la necesidad de encontrar la razón en la evasión y el refugio de nuestro arte», dice el pianista.
«Cada composición del álbum representa una etapa de la humanidad, ilustrando nuestro pasado, presente y posible futuro, pasando por la observación «pasiva» de nuestra situación actual, la negación de la misma, el punto de no retorno, el arrepentimiento, el último esfuerzo de resistencia, el abandono y la aceptación. Fragilidad, belleza, rabia, nostalgia y decepción, encontramos el espectro cromático de nuestras emociones humanas, ilustrado musical y conceptualmente a través de cada título del álbum.» Y concluye «me permite retomar la narración de una historia insoportable y dar salida a este poco de locura que poco a poco se ha instalado lentamente en mi interior.»


El sol sale en nuestro planeta azul, la vida despierta y un astronauta contempla humildemente esta escena a través del pequeño ojo de buey del I.S.S. 16 veces en un período de 24 horas.
2. We All Write for Dead Lines
La luz se atenúa, la máquina parece imparable, podemos luchar contra muchas cosas, pero el tiempo nunca está de nuestro lado.
3. An Argument from Ignorance
Las falacias lógicas son tan seductoras como herramientas que se utilizan como armas y argumentos para escapar de lo que no nos atrevemos a admitir.
4. Rebound
Nos resistimos a ceder, luchamos una y otra vez, contra la máquina, contra nosotros mismos, en múltiples frentes. Correr contra corriente, dejarse llevar, rebotar y intentarlo de nuevo?
5. Drops on a Window Pane
En una semblanza de normalidad, las últimas lluvias nos adormecen en una rara noche tranquila.
6. A Needle in the Haystack
Mientras todo se desmorona, buscamos desesperadamente algo a lo que aferrarnos. ¿Por qué debería quedarme aquí?
7. The Last Tree on Earth
Es demasiado tarde, todo se ha secado. Queda un último árbol solitario en la gran llanura, en el centro de todo.
8. A Light in the Darkroom
Mientras recogemos y archivamos los últimos recuerdos, cálidos momentos nos dan esperanza para reconstruir, a pesar de la oscuridad.
9. We Lunatics Run the Asylum
La sociedad retumba, somos víctima, juez, jurado y verdugo, médico y paciente, responsable e irracional. Los límites son difusos. ¿Cuál es nuestra posición?
10. As We Vanish in the Empty Space
Se hace más pequeño, nuestro planeta, azul y pálido, a través del ojo de buey, se escapa hacia el punto de fuga, hasta convertirse en otro punto en la galaxia.
Jad Salameh – piano
Arthur Henn – bass
Kevin Lucchetti – drums
