Tone Poem
Charles Lloyd & The Marvels

Blue Note Records | Marzo 12, 2021
2. Ramblin
3. Anthem
4. Dismal Swamp
5. Tone Poem
6. Monk’s Mood
7. Ay Amor (Live)
8. Lady Gabor
9. Prayer
Charles Lloyd – tenor saxophone, flute
Bill Frisell – guitar
Greg Leisz – pedal steel guitar
Reuben Rogers – bass
Eric Harland – drums
«Eso no sería correcto para la tradición a la que sirvo. Debe tener su elixir, y el elixir está en el sonido y el tono. Cuando te pones a los pies del Universo, siempre nos bendecirá y cuidará. No necesitamos políticos, sino sabios. Muchos tienen la mano tendida para conseguir algo, pero yo trato de dejar que mi corazón se llene para que no me falte nada. Vivo asombrado, borracho de música».
De ahí el nombre de su último colectivo The Marvels -con Bill Frisell a la guitarra, Greg Leisz a la pedal steel, Reuben Rogers al bajo y Eric Harland a la batería-, del que Lloyd es a la vez líder y fiel servidor, un recipiente de lenguajes sin guión. Lloyd hizo debutar a The Marvels en el álbum de 2016 I Long To See You con invitados especiales como Norah Jones y Willie Nelson, y volvió a convocar a la banda para Vanished Gardens de 2018, que contó con Lucinda Williams en la mitad del álbum. Para su último lanzamiento de Blue Note, Tone Poem, Lloyd presenta a The Marvels sin vocalistas invitados por primera vez en una nutritiva comida de nueve platos de alimento espiritual. Lloyd recuerda la génesis del grupo:
«Solía tocar en un club de Memphis, donde una banda de country terminaba siempre cuando nosotros llegábamos. Su guitarrista de pedal steel, Al Vescovo, se enamoró de mi forma de tocar y yo de la suya. Él y yo nos hicimos amigos, lo que no era fácil debido a las diferencias de color. Pero el calor de nuestra amistad era puro. Al final me fui a California y no volvimos a vernos. Años después, empecé a actuar con Bill Frisell, un buscador cuya música, como la mía, baila en muchas orillas. En la carretera, entre concierto y concierto, siempre recordaba con él a este joven músico de mi adolescencia. Una noche, invitó a un guitarrista de pedal a participar en un concierto que dimos en el Royce Hall de la UCLA. Resultó ser Greg Leisz. Oírle hizo que se cerrara el círculo de un sentimiento infantil por ese instrumento y su sonoridad. Así nacieron The Marvels, porque lo que había ocurrido era una maravilla».