Magia y de la sorprendente el lunes en Neuquén. Una vez más como las anteriores el mejor guitarrista de fusión de las últimas épocas, Scott Henderson, al frente de un trio dejó sin aliento y las boqueadas por momentos a los incrédulos asistentes a un espectáculo de verdadera magia, no de ilusionismo…, magia…
Acompañado por dos partenaires de lujo que se lucieron, el baterista Alan Hertz y el bajista Travis Carlton, dos músicos muy jóvenes que sin esfuerzo lo siguieron en su, por momentos, desopilante recorrido. Arrancaron con Rituals (Well To The Bone, 2002) algo errático por momentos, algo inusual para quienes vienen de compartir escenarios por europa y américa como parte del Well To The Bone Tour que lo trajo nuevamente por ésta tierras, algo pasajero y propio de las presentaciones en vivo que quedó enterrado cuando ya a partir del segundo tema y luego de los saludos empezó el verdadero espectáculo.
Le siguieron versiones 2012 de viejos temas: That Hurts (Well To The Bone, 2002), el que recuerdo, el que pude reconocer, porque saben ustedes como se reversionan los temas en vivo, otra de Giant Steps (Vital Tech Tone I, 1998). Hubo dos temas que supongo nuevos y que deben pertenecer al próximo disco junto a Jeff Berlin y Dennis Chambers pronto a publicarse (juntos estuvieron en su anterior visita a la zona).
A su momento y bajo la atenta mirada de Henderson agazapado a oscuras en un rincón, el resto de la banda tuvo su momento de lucimiento mostrando porqué el mejor guitarrista de fusión los eligió para su tour. Muy sólidos y con una naturalidad y aplomo de viejos guerreros de los escenarios mostraron sus habilidades en sus respectivos solos que arrancaron los aplausos de los asistentes.
El último tema lo presentó como perteneciente a «X» el nuevo disco con la Tribal Tech, aunque a mi me sonó como algo muy conocido, no sé que pasó ahí. Antes había anunciado que una vez terminado el show se ubicaría en el borde del escenario para vender como primicia el mencionado «X», tanto Gervi como yo nos compramos uno «autografiado».
En definitiva un show «mounstroso» cuyos protagonistas mostraron y dejaron todo con un visible agradecimiento y conformidad con el público, rematado con un espontáneo y notorio gesto de alegría de Henderson diciendo «I like this place» mientras se ubicaba al borde del escenario para ofrecer sus discos. Se siente como en casa y nosotros agradecidos por éso, siempre se vuelve al lugar donde se es bien recibido.
Para el cierre y como bonus una magnifica y remozada version de Hillbilly In The Band (Well To The Bone, 2002) un tema de Kirk Covington, el baterista de Tribal Tech. Hubo fotos, por supuesto, pido que me saquen una con Henderson, pero como ya me había pasado en la anterior visita, no salió como esperaba (la primera vez fue un error mío, no calibré la cámara adecuadamente, ésta vez el «fotógrafo» toma el foco en la otra esquina!!), por lo que me quedé sin foto para el cuadrito con la carátula autografiada… Será la próxima vez.