Astor PiazzollaEl gran Astor Piazzolla cumpliría hoy 90 años… Personaje cosmopolita, ciudadano del mundo desde corta edad, fué lejos de casa donde cayó después de tantísimas luchas simpre victorioso, para perder ésta última falleciendo en Buenos Aires el 4 de julio de 1992. Leyendo una reflexión de Astor me viene a la mente nuevamente una ligera asociación, ya comentada en otra entrada, con el gran Don Ata también caído lejos de casa. Y que al igual que Piazzolla dejó tras de sí una leyenda que ni el más tempestuoso de los tiempos ni nuestro deporte preferido, El Olvido, podrán opacar. De mundos diferentes, el tango y el folklore, pero profundamente conectados como lo estuvo Piazzolla con el jazz, o el jazz con Piazzolla como parece haber sido la dirección que tomara el flujo principal del fuerte vinculo desarrollado entre ambos.

Piazzolla reflexionaba así sobre los tres movimientos: «El tango diría que es casi como el jazz, tiene misterio, profundidad, dramatismo. Es religioso, puede ser romántico y puede alcanzar una agresividad que el folklore nunca podría tener, salvo la chacarera. Cuando empezamos con el octeto, por ejemplo, parecíamos salidos de un grupo de combate. ¡Eramos ocho guerrilleros subidos al escenario!».

Tanto Astor como por ejemplo Charlie Parker, Dizzie o Miles debieron calzarse los guantes para sobrevivir (de hecho Miles hacia guantes), no me lo imagino a Yupanqui probandose guantes, pero si coincide con el resto con éso del misterio, profundidad, dramatismo, romantisimo, religiosidad y poesia…

El jazz vino hacia él siendo muy pequeño, a los cuatro años su familia se mudó a Nueva York, a un barrio violento según recordaba Astor, pero al mismo tiempo muy musical, muy jazzero, pero el flechazo fatal lo recibió estando en París al escuchar al saxofonista Gerry Mulligan… «Cuando fui a París, dos cosas me abrieron literalmente la cabeza: una, estudiar con la Boulanger, haber encontrado en ella la confirmación de un camino a seguir; la otra, escuchar a Gerry Mulligan y su grupo, esto me volvió completamente loco, percibí la felicidad que había en ese escenario»

Y la relación fue creciendo de amor a primera vista a pareja estable y como sucedió siempre fué el jazz quién se acercó al maestro buscando aprobación, anuencia, y con intenciones nada discimuladas de reverencia y admiración. Suman una buena cantidad de ediciones homenaje a su música, no todas a la altura de lo merecido por el genial músico, como los homenajes a la memoria y legado del Maestro que se programaron para éstos días.  Uno de ésos homenajes proviene de primera mano, de la de uno de los integrantes del mítico quinteto de Piazzolla, el pianista Pablo Ziegler.

Pablo ZieglerSiguiendo los pasos de su maestro se radica en Nueva York donde continúa la obra iniciada por Piazzolla con notable jerarquia… “Astor quería tener una apertura hacia la improvisación pero que, en vez de irnos para el lado del jazz, nos fuéramos para el lado del tango. Por eso al vibrafonista Gary Burton (que grabó dos discos con Piazzola) le cuesta mucho el repertorio de Piazzolla, pero lo hace bien. En realidad él se cuelga del quinteto de Astor porque a pesar que es uno de los mejores vibrafonistas, tuvo que aprender a tocar tango con nosotros y cada vez que viene aprende un poco más», comentó el pianista.

Continúa Ziegler: “…lo que Piazzola logró, yo lo fui replicando con mis músicos y así se fue armando una apertura hacia otro lugar del tango, algo que suena contemporáneo, y tiene que ver con la Buenos Aires de hoy”. Ziegler enfatizó que el secreto es no caer en la improvisación jazzera, sino que “el secreto es improvisar con lenguaje tanguero.»

El pianista rendirá su homenaje hoy, mañaña viernes y el sábado en el Centro Cultural Torcuato Tasso (Buenos Aires) desde las 22, con un trío que incluye al bandoneonista Walter Castro y al guitarrista (eléctrico) Armando de la Vega.

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