Felisa, me muero…

Felisa, me muero…

De un año a otro no hay nada más que un salto estadístico, el tiempo corre independientemente de la forma que usemos para registrarlo, pasamos a una nueva etapa que puede o no renovarnos las posibilidades de hacer mejor las cosas o al menos mantener las logradas o, eventualmente, empeorarlas.

A secas no es más que barajar y dar de nuevo esperando que la nueva mano venga mejor, el resto depende de nuestra habilidad para jugarla lo mejor que se pueda, ganar o perder lo menos que se pueda…

Empiezan por éstas épocas a circular las famosas frases hechas, mecánicas, casi vacias en el decir de algunas personas, de ésas que te rebotan por lo huecas o flojas de ángel, sólo palabras… Pero algo operan en nosotros, nos penetran las provenientes de las personas que queremos, estimamos, como cuando recibimos aquellos regalos de cumple muy sencillos pero ofrecidos con amor, consideración y como una extensión del alma, la actitud por sobre el valor material; y de alguna manera también opera en nosotros un renovado compromiso personal de intentarlo de nuevo…, año nuevo, porqué no vida nueva (hablando de frases huecas de libro de autoayuda!!).

Pero las frases son sólo palabras, las habrá mediocres y geniales pero simplemente éso, sólo golpearán nuestro ánimo si somos receptivos a las fuerzas que sostienen cada acto, cada palabra, vertidos y vestidos desde y con alma.

La belleza de lo simple…, estén o no dirigidos a nosotros, como el juego y la risa de los chiquitos, como una caricia, un gesto amistoso, la música… Están ahí, son todo nuestros…

Gracias por estar…

BA Jazz 2017: Día dos

BA Jazz 2017: Día dos

Día dos del BA Jazz 2017 que comenzó, para nosotros, con la presentación del pianista Marc Copland en la sala CETC del Teatro Colón un espacio recientemente reacondicionado en el subsuelo del teatro. Lamentablemente para todos, pianista y espectadores, el lugar no era el más indicado para escuchar a uno de lo más exquisitos, poéticos y líricos pianistas de la actualidad, la pobre acústica incluso (al parecer de mi oido poco entrenado) asociada a un piano no con tan buena voz, conspiró para que el encuentro fuera todo lo memorable que esperábamos. Una hora, aproximadamente de recital, salvando todo lo anterior, confirmaron todo lo que se dice de éste hombre, una sensibilidad, un toque delicado y un sonido abrumadores. Sentado apenas a metro y medio de nosotros se ubicó su compañero del Now This Trio el baterista Joey Baron, el toque cholulo: mi hijo Ivan me sacó una foto con él, no pudimos acercarnos a Copland porque como llegó salió así de rápido. Para hoy a la misma hora, pero en Salón Dorado del Colón, que me han dicho que es mucho mejor, presenciaremos la actuación de otro consagrado, el pianista Matthew Shipp, al que vimos anoche con su trio, ya te cuento…

Marc Copland

De vuelta por La Usina Del Arte, éste lugar magnífico, una vieja usina portuaria reciclada a nueva bien a la altura del Festival para escuchar a dos grupos: el Eva Klesse Quartett, la agrupación de la jóven baterista alemana, toda una revelación para muchos de los presentes que no la conocíamos, cumpliendo con la información previa que nos hablaba de una compositora muy creativa, muy abierta y osada junto al resto del grupo que defendió con altura el nombre del grupo y su líder. Composiciones dentro de la corriente principal con toques y roces con jazz de cámara y arranques furtivos con la vanguardia mezclados y ejecutados magistralmente dejaron muy conformes a todos los presentes y también al grupo mismo que una y otra vez agradeció la invitación increíble de venir a tocar a Buenos Aires.

Eva Klesse Quartett

Mientras los plomos de la Usina reacondicionaban los instrumentos también lo hacíamos nosotros quienes sabíamos de lo diferente, previamente en los papeles, que sería la presentación del Matthew Shipp Trio y no defraudó. Apenas subieron al escenario y tras un breve saludo gestual, el líder da una señal de inicio y comienza lo que se transformo en una hora, o más, de ininterrumpida, loca, increíble, inclasificable y vertiginoso viaje a traves de un paisaje propio de The Matrix: pura improvisación, de-construcción y re-construcción sonora que puso a prueba nuestra capacidad de comprender lo que oíamos. Una locura total de más de una hora de musica ininterrumpida…!!, pero a diferencia de lo que uno supone sobre la locura, la fantástica locura de Shipp tiene los pies bien sobre la tierra, cada movimiento pensado y ejecutado a una velocidad poco imaginable, daba la sensación de que sus manos y la de sus compañeros, un increíble Michael Bisio (contrabajo) y un muy creativo Newman  Taylor Baker (bata) respondían a la velocidad y ritmo de sus vertiginosos pensamientos y todo dentro de una coherencia brutal dentro de la incoherencia superficial. A la Vanguardia de la Vanguardia podría resumirse ya que la tarea de explicar y clasificar al trio se lo dejo a otros. Claro, no es para cualquiera, vimos como algunos se levantaban y salían del salón, porque ¿cómo explicamos ésto?…, viejo que fuiste a ver?????, no sé, tres tipos tocando a lo loco, al unísono, me dijeron que era un afamado grupo de jazz, y el jazz? Por ahí aparecían algunos acordes que pude reconocer de viejos standars, se me ocurre que Shipp los utilizó como puntos de reunión para después de un breve descanso y reagrupamiento proponer otra vez una nueva salida al espacio exterior, a caminar por las estrellas…

Una experiencia increíble que recomiendo aunque luego pasemos días intentando explicarnos lo sucedido, pero acaso necesita ser explicado…?

Mathew Shipp Trio


 

Día Internacional del Jazz

Día Internacional del Jazz

Se celebra el quinto aniversario de ésta iniciativa propuesta por Herbie Hancock inicialmente a la UNESCO y la ciudad anfitriona es la capital de los EEUU.


«Tras cinco años en los que el evento se celebró en el extranjero, no podemos estar más orgullosos de que este año el jazz regrese a EEUU», dijo Obama ante una audiencia de 500 invitados y la presencia de Aretha Franklin, Sting, Herbie Hancock,Trombone Shorty, Diana Krall, Al Jarreau, Hugh Masekela, Buddy Guy, Chick Corea, Wayne Shorter y Pat Metheny.

«El jazz nació en EEUU y viajó por el mundo como música de tolerancia, libertad y dignidad humana. Por eso la Unesco creó el Día Internacional del Jazz», indicó la directora general del organismo, Irina Bokova.

El portal de la organización comenta:

«La capital de los Estados Unidos de (Norte) América organizará una multitud de actuaciones de jazz, iniciativas de servicio comunitario y programas de educación en escuelas, bibliotecas, hospitales, centros comunitarios y centros de artes en toda la ciudad. Washington, D.C. es el lugar de nacimiento del gran pianista de jazz y director de orquesta Duke Ellington. La ciudad ha disfrutado de una floreciente escena del jazz durante el último siglo. El 30 de abril de 2016, Washington, D.C. se unirá a los pueblos, las ciudades y las villas en más de 190 países de los 7 continentes para conmemorar el Día Internacional de Jazz a través de miles de actuaciones y programas.»

A la voz alzada por Hancock se le sumaron, claro está, todas las de los grandes exponentes del género, recientemente uno de los próceres contemporáneos, Wayne Shorter, agregó que “el jazz reduce tensiones entre individuos, grupos y comunidades, que refuerza el papel de la juventud para el cambio social, que fomenta la innovación artística, la improvisación, nuevas formas de expresión, que fomenta el diálogo intercultural”, haciéndose éco de las premisas sostenidas en la declaración oficial del organismo cuales son:

  • El jazz rompe barreras y crea oportunidades para la comprensión mutua y la tolerancia;
  • El jazz es una forma de libertad de expresión;
  • El jazz simboliza la unidad y la paz;
  • El jazz reduce las tensiones entre los individuos, los grupos y las comunidades;
  • El jazz fomenta la igualdad de género;
  • El jazz refuerza el papel que juega la juventud en el cambio social;
  • El jazz promueve la innovación artística, la improvisación y la integración de músicas tradicionales en las formas musicales modernas y
  • El jazz estimula el diálogo intercultural y facilita la integración de jóvenes marginados.

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Maravillosa ennumeración de las propiedades que tiene no sólo el Jazz sino la música en general, la música es sanadora, integradora y promueve el acercamiento entre las personas y los pueblos. Pero el caso del Jazz es muy particular pues no hay otro género que haya alcanzado éstas metas. Tenemos al Rock, la Música Clásica, que han penetrado cada rincón de la tierra pero que no han perdido su esencia particular por la influencia de los sonidos propios del lugar por donde han caído. El  jazz fué detrás de la Cortina de Hierro cuándo ésta aislaba a ésa parte del mundo del resto, Charles Lloyd fué el primer músico norteamericano en tocar en Moscú en plena Guerra Fria; Dizzi Gillespie era habitué de la isla Cubana por esa misma época, que le costara ser visto por los Servicios como «simpatizante de la causa Cubana» y perseguido por ello, la influencia de los ritmos cubanos cambiarían su interpretación del jazz.

Porqué hoy su penetración se ha expandido exponencialmente? porque en su esencia encontramos libertad de expresión, de creación e improvisación, propiedades que desconocen cualquier frontera, un frente en donde también libró batallas heróicas el Rock. No debemos olvidar tampoco su origen marginal y su lucha que ha estimulado los reclamos de muchos, el desprecio del blanco por tratarse de música de negros, las luchas por sus derechos civiles con batallas perdidas en muchos frentes pero que irónicamente ganaban en éste frente de la mano de sus legendarios comandantes: Charlie, Duke, Dizzie, Miles, Ornette…

Ojala aprendamos, y pronto, las consignas sostenidas no sólo por el jazz sino por la música en general y que la tolerancia y el entendimiento comienzan por algo en apariencia tan inócuo, tan romántico, tan infantil…, y a la vez tan emancipador, tan revelador…


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